jueves, 4 de noviembre de 2010

Las Secuelas de la Crisis

    El jueves 21 de Octubre trabajamos en clase un artículo del periódico El País titulado: “Peligro: la cohesión social se agrieta”.

    Durante esta sección intentamos analizar el contenido de este artículo, debatiendo los distintos aspectos que trata. Así pues, en primer lugar, cabe comentar la importancia de resaltar la diferencia entre pobreza y exclusión, ya que, aunque se encuentren muy vinculadas y la una pueda derivar a la otra, no necesariamente ser pobre conlleva estar excluido. Por lo que, mientras la pobreza es la situación de carencia de recursos económicos y materiales en la que se encuentran determinadas personas o grupos, la exclusión se refiere al estado de marginación que sufren ciertos individuos por múltiples causas. Los factores de exclusión social son muy diversos, como puede ser ausencia de un hogar, desempleo, falta de formación, adicciones, discapacidad, barreras lingüísticas y culturales o desarraigo familiar entre otros. Pero, aunque la exclusión sea fruto de un conjunto de circunstancias desfavorables considero que la escasez económica y la inexistencia de una red social, familiares o amistades, suponen las principales causas ya que pueden desencadenar de manera frenética la aparición sucesiva del resto de factores convirtiéndose en un círculo cerrado.

    Además, el texto hace referencia e hincapié en el fenómeno de feminización de la pobreza debido a la presencia mayoritaria de la mujer en el perfil del nuevo pobre, concepto que define la situación de aquellas personas que a pesar de disponer de un empleo o recibir alguna prestación, no pueden cubrir sus necesidades. El colectivo femenino se encuentra en estas circunstancias por diversos motivos como su posterior incorporación al mercado laboral, la ocupación de puestos de trabajo precarios, un salario inferior al del varón y la dificultad de seguir avanzando en su carrera laboral con la casi nula presencia de mujeres en puestos directivos (techo de cristal). Hemos de añadir, el crecimiento demográfico mayoritario de mujeres, la desestructuración familiar con el aumento de familias monoparentales, la sumisión de nuevas responsabilidades económicas, así como su posición subordinada en la sociedad, que hacen en general de la mujer un colectivo vulnerable, posible de intervención.

    Pero quizás, la autora del artículo Carmen Morán pone especial énfasis en el tema de la insuficiencia del  sistema universal de protección social español. Y es que se trata de una controversia e incluso me atrevería a decir de un hecho ilógico, puesto que en época de crisis cuando la situación de numerosas familias se ve afectada y necesitan ayuda es cuando se reducen los ingresos y prestaciones destinadas a estos derechos sociales. Así pues, los Servicios Sociales de cualquier localidad se ven desbordados ante la multiplicación masiva de nuevos usuarios que demandan la atención de su caso.

(Vídeo sobre la actual crisis económica que sufre España)

    Personalmente, no sé muy bien hacia donde estamos cabalgando y la incertidumbre me abruma. Nos encontramos ahora mismo en un punto de inflexión, y el sentido por el que se opte marcará el futuro de nuestra sociedad. Sabemos que estamos viviendo momentos difíciles en los que la tensión suele hacer acto de presencia, y con ella surge también el más claro individualismo y egoísmo. Porque es fácil llevarnos bien en época de paz y prosperidad, pero cuando los recursos flaquean y la cosa se complica el instinto de supervivencia llega incluso a cegarnos, dando lugar a la aparición de comentarios xenófobos. Pero sí la situación llega al extremo de ser insostenible y el sistema de Bienestar no puede seguir en pie, como últimamente nos vienen anunciando, la cuestión es ¿qué pasa ahora con el estado paternalista?, ¿volvemos a la privatización de los servicios? y por lo tanto, sufrimos un retroceso en nuestro desarrollo.

    Aunque es mucha la información que nos llega al respecto, no tengo la solución, claro está, al problema actual de la crisis, pero si de algo estoy segura es de la importancia de atender a las personas y procurar su bienestar, invirtiendo fundamentalmente en los pilares de la educación, sanidad, pensiones y pleno empleo. Además es imprescindible mantener la cohesión social, permanecer unidos, en orden, haciéndonos escuchar y ejerciendo presión para que se respeten y cumplan nuestros derechos. Porque si conservamos las relaciones y todos trabajamos bajo un mismo fin, con un objetivo común y aunando esfuerzos nos será a todos mucho más fácil superar esta difícil situación. Estrategia que se puede aplicar en contextos de diferente magnitud, llevado a la práctica por los propios alumnos de la conjunta el pasado 11 de noviembre en la reunión con el decano de nuestra facultad para la acreditación de sus competencias y la consecución de un curso puente entre otros asuntos.

    Es la hora entonces de tomar decisiones y trabajar por ello, para alcanzar las pretensiones establecidas, siendo más tolerantes que nunca, beneficiándonos de las riquezas de diferente índole que todos podemos aportar y procurando proporcionar un ambiente que se rija por la igualdad de oportunidades. Y es, en la igualdad de oportunidades donde se encuentra la clave para mantener un lugar estable libre de frustraciones, hasta que eso no se produzca, hasta ese instante no podremos disfrutar de una sociedad igualitaria, en la que todos sus habitantes sean miembros tanto de derechos como de deberes.

    Ahora bien, sobre los términos tolerancia e igualdad de oportunidades podríamos abrir un gran debate, debido a la contradicción existente entre lo que expresamos y lo que realmente pensamos y llevamos a la práctica real. De hecho, durante la conversación de clase pude apreciar la cantidad de prejuicios y estereotipos que llegan a nublar la realidad percibida. Pero por no alargar esta entrada demasiado lo dejaremos para otra ocasión.

    Como conclusión final pienso que debemos ser más realistas y objetivos, e ir adquiriendo ya una visión de la realidad como futuros profesionales de lo social. “Construyamos la casa desde los cimientos y no empecemos por el tejado”, planteémonos objetivos más cercanos, no queramos empezar por intentar cambiar el mundo entero y erradicar la pobreza en la tierra. Dejemos ya a un lado el complejo de superhéroes, dejemos de culpabilizar a entidades superiores y parémonos a pensar en qué puedo hacer yo como profesional de este ámbito. Centrémonos pues, en lo que tenemos delante de nuestros ojos y que la mayoría de las veces apartamos de nuestra vista desviando la mirada. Porque granito a granito construiremos una gran montaña de arena, y es que tenernos mucho trabajo por hacer.

3 comentarios:

Almudena Martínez Gimeno dijo...

Muy bien por esta entrada Ana Belén

Almudena Martínez Gimeno dijo...

Aun queda mucho por incluir, por lo que no puedo darte una opinión más real, esperare que continues aportando cosas

Ana Belén dijo...

ok, seguire subiendo las diferentes actividades aunque creo que ésta al ser la primera, va a ser la que más trabajo me ha costado. No obstante, intentare seguir avanzando en este camino con mi lema "despacito y con buena letra".

Gracias.

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-Estudiante de Trabajo y Educacion Social en U.Pablo de Olavide. -Corresponsal Juvenil del Area de Juventud del Ayuntamiento de Los Palacios.
 

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